La vigilancia móvil vehicular es una tecnología que se utiliza para monitorear el comportamiento de los conductores y la seguridad de los vehículos en carretera. Dos de las tecnologías más populares en este campo son el sistema de monitoreo de conductores (DSM, por sus siglas en inglés) y el sistema avanzado de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés).
El DSM es un sistema que utiliza sensores y cámaras para monitorear el comportamiento del conductor, como los movimientos de la cabeza, los ojos y los brazos. Esta información se utiliza para detectar signos de fatiga, distracción o imprudencia, y alertar al conductor para que tome medidas para mejorar su seguridad en carretera.
Por otro lado, el ADAS es un sistema avanzado que utiliza tecnologías como la detección de objetos, el control de crucero adaptativo y el aviso de cambio de carril involuntario. Estas funciones ayudan al conductor a mantener una distancia segura con los vehículos de adelante, evitar colisiones y mantenerse en el carril correcto.
Ambos sistemas, DSM y ADAS, son esenciales para mejorar la seguridad en las carreteras. El DSM ayuda a detectar los comportamientos peligrosos de los conductores y el ADAS proporciona asistencia en situaciones de conducción, ayudando a evitar accidentes. Además, estas tecnologías están en constante evolución y mejora, lo que las convierte en una herramienta cada vez más valiosa para la seguridad en las carreteras.
Una gran ventaja de estos equipos es incorporar tecnologías (videovigilancia y rastreo satelital), ahorrando en costos de instalación y compra de equipos por separado, especialmente en flotas grandes, permitiendo cumplir la NOM-012-SCT-2-2017 para vehículos destinados al servicio de autotransporte federal y privado de pasajeros, turismo y carga con el extra de la vigilancia móvil.
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